domingo, 29 de septiembre de 2013

Y el sueño se hizo realidad...

¡Hola a todos!

El encuentro Septiembre... Romántico y Rioplatense fue todo un éxito. Hoy puedo decir que he encontrado a 10 nuevas amigas que comparten mni pasión por el escribir. 10 personas maravillosas y extraordinarias que se brindan tal y cual son, que comparten, que disfrutan, que animan.



Y gracias a todas las personas que se han acercado para compartir con nosotras este encuentro que comenzó como una idea y la cual se convirtió en un sueño hecho realidad.

Les dejo a continuación un pequeño relato que creé juntando los títulos de algunos de nuestras novelas. Espero que lo disfruten, yo lo hice al escribirlo.

Cariños para todos, 







El reloj de péndulo se detuvo a medianoche y, como si ello me llamara, desperté de repente. Abrí los ojos acostumbrando mi visión a la tenue iluminación que la luz de la luna me brindaba al entrar por mi ventana y, Con perfume a jazmín, la brisa hizo su ingreso haciendo que las delicadas cortinas bailaran una danza y que un escalofrío me recorriera la columna vertebral al sentirlo. Tu recuerdo golpeó en mi cabeza y sólo atiné a pensar Quédate en el pasado, aunque estar En tus brazos y huir de todo mal era lo que deseaba en realidad.  


Pero sabía que ni uno ni lo otro podía ser posible. 


Me acurruqué en la cama doblando las rodillas y llevándolas hacia mi pecho, las abracé y dejé caer la cabeza encima. Las lágrimas dibujaron en mis mejillas y los sollozos salieron de mi boca sin que los pudiera evitar. Aunque sabía que debía hacerlo, olvidarte me era imposible, porque desde que tus manos recorrieron mi cuerpo, que tu boca y tu lengua también lo hicieron, mi piel se cubrió de ti. 


Fui tuya. Siempre lo he sido y siempre lo seré. Pueden Tres siglos de separación mantenernos alejados, pero eres El dueño de mi arte, arte que plasmaste en mí con tus caricias.


Bajé los pies hacia el suelo y, sin ganas, me levanté y vestí sin prisas. Cepillé mi cabello lentamente, atándolo en una trenza que dejé caer sobre uno de mis hombros. Respiré profundo, apartándote de mi mente, de todo lo que me hiciera evocarte, aunque Recordándote siempre estaría. 


Estaba lista sin saber por qué debía estarlo realmente y antes de salir, miré hacia el escritorio. Olvidados, había dejado allí un Café (humeante), papel y lapicera, los mismos que cada noche me acompañaban. Me acerqué y tomé entre mis manos el folio que se destacaba por un pentagrama y su caligráfico título que lo enmarcaba. Un poema (por Stefan) convertido en Una canción (para Abril), leí en voz alta y un estremecimiento me recorrió todo el cuerpo cuando la puerta se abrió de golpe y una ráfaga ingresó revolucionando el interior. 


Retrocedí y me apoyé en el marco de la ventana. Mi vista me llevó a ver el jardín donde siempre me aguardabas, aquel donde había cultivado con esmero 150 Rosas rojas que, marchitas, aguardaban a aquella que se había convertido en La última rosa negra por tu partida, para unirse a ellas en el olvido…


Y allí estabas tú. Desde El instante en que te vi, supe quien eras en realidad, pero mi mente se negaba a aceptarlo. Era más simple responder a tu Entrégate como yo prefería verte, que reconocer que lo hacía con aquel a quien todos llamaban El ángel de la oscuridad


Mi corazón latió emocionado, pero inseguro ante tu presencia. Temía quedarme otra vez sola como aquella noche en La ciudad de los sin tiempo. Tu voz gruesa y posesiva acarició mis oídos y cerré los ojos dejándome llevar por ella.


—Siempre supe que serías Mía (El gato y el ratón), Jane (Thompson), y como si de un EnCanto al corazón se tratase, me enamoraste. 


—Pero… —me animé a decir, tantos obstáculos se habían interpuesto en nuestro camino, que dudé.


—No lo hay. Ya no, porque he vuelto por ti, para llevarte conmigo. 


Sin siquiera darme cuenta, ingresaste en mi habitación y me tomaste de la cintura haciéndome girar. Mis manos se posaron sobre tu pecho y mi pulso se aceleró con el contacto. Nuestras miradas se cruzaron y miles de emociones recorrieron mi cuerpo. Me estremecí en tus brazos y acercaste más tu cara a la mía.


—Por esa boca… —expresaste observando mis labios y dibujando una sonrisa en los tuyos. 


—Por esta boca —repetí tocando la tuya y nos sumimos en la pasión reprimida que desató el beso que nos dimos.



Una canción para Abril - Victoria Aihar

Jane Thompson; Mía, el gato y el ratón; El dueño de mi arte - María Border

Tres siglos de separación; El reloj de péndulo se detuvo a medianoche - Andrea V. Luna.

Por esa boca; Entrégate - Mariel Ruggieri

El instante en que te vi -. María Laura Gambero

El ángel de la oscuridad; La ciudad de los sin tiempo - Karen Delorbe

En tus brazos y huir de todo mal - Fabiana Peralta

Quédate en el pasado - Marta D´arguello

Un poema por Stefan - Estela Escudero

La última rosa negra - Julianne May

EnCanto al corazón; Con perfume a jazmín; 150 Rosas; Recordándote siempre; Café humeante, papel y lapicera - Mimi Romanz

jueves, 5 de septiembre de 2013

Septiembre...

¡Hola a todos!

Hoy vengo con una noticia que me emociona mucho, porque tengo la fortuna de ser parte en ella.

Gracias a María Border, quien me ha convocado, el 28 de septiembre estaré junto a ella y otras 9 escritoras más, en un encuentro para compartir una tarde con ustedes, las lectoras.Será a las 18 horas en el Café del Lector de la Biblioteca Nacional, Agüero 2502, Recoleta, Buenos Aires, Argentina.


Click sobre la imagen para más información..

Todos los dìas iré subiendo las biografías de cada una de las escritoras que estarán en el encuentro.

Gracias. Cariños, Mimi.