¡Buenas, buenas!
Acá estoy de vuelta y espero no desaparecer de nuevo. Mi intención es volver a mis inicios, a cuando leía y reseñaba novelas (más bien, daba mi opinión). Tengo una pila de libros en la bliblioteca, tanto así que los últimos que compré ya van acumulándose en la mesa del comedor. Y es que la Feria Internacional del Libro, de la que ya les hablaré en otra entrada, este año, la disfruté más que otros y no pude con la tentación de conocer a nuevos autores y volver a caer en algunos de los cuales ya disfruté sus lecturas.
Pues bien, retomo esto de comentar mis lecturas. Quiero aclarar una cosa antes: yo no soy de las lectoras que dicen que, si una obra no les gustó, no opinan por no quedar mal. Yo creo que si hay algo que no es de nuestro agrado, es necesario decirlo, siempre que se haga con respeto. Sé que las críticas, cuando están bien hechas, ayudan al autor. Lo sé por experiencia propia. Dicho esto, les dejo mi opinión, reseña, comentario, o como lo quieran llamar, de una antología solidaria formada por catorce autoras argentinas.
El 16 de marzo, en Casa
de la Lectura, se presentó la antología 14
Corazones a través del tiempo. Debo decir que el lugar es muy lindo y que
la organización estuvo de diez. Reconozco que María Border estuvo muy bien
también, aunque solo destaco un detalle que me llamó la atención: hubo un solo
relato en el que no leyó una parte romántica, sino unas simples líneas que se
relacionaban con el tema tocado. Lo destaco porque, en general, de todos los
expresados, se desprendió ese «aww» que nos caracteriza a las lectoras de
romántica, y en ese único no lo sentí.
Dejando eso de lado,
paso a la portada. Es bonita, sin embargo, para mi gusto, no se distingue bien
donde dice antología romántica, como así tampoco el título, el que está muy
oscuro. Y, a mi parecer, creo que la relación de tamaños entre el reloj y el
resto no es la correcta (la rosa y la pluma son grandes en comparación). No me
maten, solo es mi opinión. En cuanto a la maquetación, me gustaron los detalles
del interior y la tipografía usada es acorde y fácil de leer, así como el color
hueso de las páginas es mejor a la vista.
Voy a dejar para el
final lo que me pareció la antología en sí, y me centraré en decir unas
palabras respecto a cada relato.
Para iniciar, el Prólogo de Mariela Giménez es
impecable, te anima a adentrarte en cada uno de los relatos, a querer descubrir
a cada una de las autoras que conforman esta antología.
Mis ojos como noche, Vanesa Spinelli
Un título que hace honor
al relato, que engancha, que sorprende al descubrir su porqué. Vanesa tiene un
estilo muy cuidado y poético al escribir, algo que a mí me fascina.
Nos lleva a una
Florencia en épocas para nada fáciles, donde la incertidumbre y la enfermedad
están a la orden del día, y a una familia que guía sus pasos según los
designios divinos y que pone en tela de juicio los actos de muchos, sin tener
en cuenta los propios. Diferencia de clases sociales y un amor que surge pese a
ello. Un secreto, el dolor de la pérdida, la desazón por lo sufrido; la
esperanza nunca se pierde y es posible guardarla en lo más profundo del
corazón, a la espera del reencuentro.
Tras la batalla te
espero,
María Laura Gambero
Como nos tiene
acostumbrados María Laura en sus novelas, en este relato encontramos su
impronta, esa que nos lleva a meternos en la historia gracias al minucioso
detalle de sus descripciones. Su estilo es cuidado, y se nota, sobre todo en
este relato, que la investigación histórica le gusta mucho.
Me gustó el título,
expresa justo las emociones de la protagonista.
Tiempo de revueltas en
la Buenos Aires de 1852, de cambios, de largas esperas cuando dos corazones se
reconocen y se entregan. Los peligros acechan y la distancia separa, sin
embargo, el amor no deja de estar presente y es el mismo que da fuerza cuando
las nubes de la desesperanza parecen querer cubrirlo todo. Tengo que reconocer,
además, que no me esperaba ese final (no digo en qué sentido para no hacer
spoiler).
Por honor y libertad, Laura Isaac
Primera obra literaria
de Laura, por ende, primera lectura también. Un estilo sencillo, fácil de leer,
con detalles necesarios, pero sin ahondar mucho en ellos. En mi opinión, si
pule un poco su estilo, creo que engrandecería su escritura.
Título acorde a lo
relatado.
Nos encontramos con un
relato donde la diferencia en el color de piel era signo de esclavitud, de
poder, de castigos y controversias, donde los valores bienintencionados se
veían en unos pocos. Destaco en esta breve historia la amistad por sobre el
amor, pues si bien hay una pareja de enamorados, prima más el desasosiego y la
esperanza de volver a verse de dos amigos que la tristeza de sentir lejos al
ser amado.
El corazón del mundo, Estela Escudero
No creo ser muy ecuánime
al expresar mis palabras hacia la escritura de Estela, pues realmente estoy
enamorada con su estilo poético y la manera en que nos envuelve con su prosa.
Leer sus historias es sentirse rodeada por un halo de caricias ansiadas, de una
paz largamente buscada; es ese aliento que uno espera tomar tras una maratón; es
el frescor de una brisa de verano… Podría seguir con las comparaciones, pero
mejor me aboco al relato.
Precioso título que no
encierra solo el lugar físico al cual podamos referirnos (cada uno tendrá el
propio), sino que va más allá, a sentir con el alma.
Principios del siglo XX,
un posible atentado y un capitán inspector que debe hacer frente a su
raciocinio cuando pone el corazón en juego. Un breve relato que me dejó con
ganas de saber más, mucho más.
Al otro lado del
arcoíris,
Paulina Maggi
Si bien Paulina ya tiene
varias novelas en su haber, esto es lo primero que leo de ella. Su estilo es
sencillo y de fácil lectura. Tengo que reconocer (y espero que no me maten) que
me desilusioné un poco, pues al tomar el Titanic como escenario, me imaginé la
grandiosidad y belleza de tan afamado transatlántico plasmadas en el relato.
Agrego, además, que la redacción de la carta / diario en medio del hundimiento
no me cierra del todo (quizás sea mi parte de correctora la que me lo dice,
pero no quiero entrar en detalles y tan solo dejar mi punto de vista como
lectora), así como un hecho del que no puedo decir mucho para no contarles
parte de la historia, pero que tiene que ver con dicha carta / diario.
Un título esperanzador,
acorde a lo que el protagonista expresa para con su amor.
Nos encontramos en este
relato con una mujer a la espera de su prometido, el que viaja en el
transatlántico. Y es a través de la lectura de una carta y un diario que ella
vive los sucesos a los que tuvo que enfrentarse el hombre. Destaco, y es
gracias a charlar con otra lectora que surgió esto, la solidaridad reflejada en
las palabras escritas por él. Pese a lo dicho de la redacción, es un lindo
relato.
Voto por amor, Laura Kaestner
Aunque empecé a leer a
Laura con su primera novela, no la terminé. Y no es porque me haya resultado
pesada, nada que ver, me gustó mucho el inicio y estoy esperando para poder
continuarla (ya saben, uno está ya en mil cosas y se suma a más; esa soy yo). Su
estilo, si bien es sencillo y de fácil lectura (perdón si soy repetitiva con
esto), noto que tiene más recursos estilísticos utilizados, aunque con un
pulido quedaría mucho mejor. Título bonito, que invita a querer leer.
Momento en que los
comicios convulsionan a Argentina, donde se da inicio al voto secreto tras un
fraude electoral (uno de tantos). Siempre hay algo que a uno le llama la
atención y que se clava en nuestras retinas para no olvidar. Pues bien, algo
así ocurre en este relato y, de ahí en más, lo que comenzó siendo una amistad
(más para ella que para él, que se ha prendado ni bien la ve) pronto se
convertirá en lo que ambos estaban buscando.
Destaco en este relato
el intercambio de cartas, ya que me gustó que fuera diferente a casi el resto.
Al final de Preston, Karina Almada
Lo primero que leo de
Karina, aunque sé que no es lo único que tiene. De escritura amena y fácil
lectura, maneja bien las estructuras y recursos. No soy muy amante de la
utilización de la primera persona cuando esta está de un solo lado de los
personajes, no obstante, como es algo breve, y dado el cariz del tema, está muy
bien trabajada.
Me gustó el título, es
como una metáfora.
Inicios de la Primera
Guerra Mundial. Dudas, incertidumbres, preocupaciones. Y entre todo ello, una
mujer que decide buscar una forma de distracción en un deporte que, por ese
entonces, era exclusivamente masculino: el fútbol. No soy fanática de este
juego, por lo que podría decir que el relato pasó sin ton ni son frente a mis
ojos. No obstante, destaco la capacidad de la autora de poner la pasión que
siente al respecto en sus palabras.
El escudo, Valeria Naya
Esto es lo segundo que
leo de Valeria, y tengo que decir que me gustó mucho más este relato que la
novela. Creo que la profundidad que expresó en las páginas dentro de la
antología tiene un sentimiento y dolor, como esperanza y amor también, que no
vi del todo plasmado en la extensión que es su primera obra. Su estilo,
aunque sencillo y de fácil lectura, tiene emociones, logra hacer llegar al
corazón. (Aclaro que la novela está bien también, no me malinterpreten.)
Buen título, lo asemejo,
también, a una metáfora.
Un amor que nace antes
de la Segunda Guerra Mundial, pero que no es detenido por esta. Un amor que
traspasa fronteras, sufrimiento y horror.
Siempre habrá rosas
blancas,
Sabrina Mercado
Tengo las tres novelas
de Sabrina para leer, las que forman parte de mi larga pila de libros
pendientes, así que este relato es lo primero que leo. Me encanta el título,
invita a saber el porqué, y descubrirlo es algo que te lleva a pensar que, a
veces, por más que actuemos a causa de la razón, el corazón nunca deja de
añorar el primer amor.
Sabrina tiene un estilo
donde, al menos en este relato, se destacan los diálogos (más allá de las
cartas). Me hubiera gustado encontrar, y esto es más a gusto personal que
porque sea erróneo, alguna que otra acotación en este, ya que ello me lleva a
conocer más a los personajes, actitudes que tienen, gestos, etc.
Estrellas en la mirada, Érica Vera
Al igual que comenté con
algunas autoras, también tengo de Érica su novela en la pila de libros por
leer. De su estilo, debo decir que me gustó, ya que noté algunos recursos que
yo suelo utilizar. El título me agrada y va muy bien con lo que uno se va a
encontrar en el relato. No obstante, me hubiera gustado saber un poco más, ya
que creo que quedaron algunas cosas inconclusas, aunque se puedan deducir en
parte.
En una Cuba
revolucionada, pero donde la algarabía de los cantos y bailes no pueden
silenciarse, una mirada basta para que el amor surja. Y, aunque tomar una
decisión nunca es fácil, lo que siente el corazón es quien manda.
Regreso a puerto seguro, Morena Barrasa
Primeros trazos de
Morena en la escritura y, la verdad, se nota (no tanto en su estilo de
escritura, que está bien, sino en cuanto a contenido). Si bien es un buen
título para lo que relata, en mi opinión, quiso contar mucho en pocas páginas
y, por hacerlo, han quedado muchas cosas en el tintero.
En una Buenos Aires en
plena dictadura, dos amantes son separados por el cargo que él ocupa, y
cartearse no es tan fácil cuando plasmar sentimientos y sucesos pueden
condenarlos. Los años pasan y, de pronto, una guerra se desata, la de Malvinas.
Estar lejos no es fácil, mucho menos cuando la desesperación abraza al corazón
y el no saber si el amor volverá a puerto seguro.
Por ti viviré, Natalia Samburgo
También es lo primero
que leo de Natalia, aunque sé que tiene una novela ya publicada. Su estilo es
sencillo, de fácil lectura. El título me gusta, da pie a un significado que
simboliza mucho a esta antología: que el amor todo lo puede, que es nuestro
motor para seguir adelante y salir hasta del pozo más profundo. No obstante,
debo decir, como ya mencioné en otro relato, que la redacción no es la
correcta, además de que me resultan inverosímiles algunos hechos.
No hay peor horror que
un atentado, mucho menos cuando miles de personas inocentes, grandes y chicos,
ven truncada sus vidas por la locura de las diferencias, de las distintas
opiniones, del poder, de ser uno más que el otro.
Un once de septiembre
que marcó a un país, que dejó en vilo al mundo. Y un hombre que luchará por
seguir con vida pese a la pesadilla en la que se ve envuelto.
Destino por
correspondencia,
Rocío Bescós
Por ser lo primero que
leo de Rocío, tengo que decir que me gustó mucho, que su estilo es cuidado y,
por momentos, poético, algo que adoro encontrar al leer. El título es el ideal
y me encantó.
Ya más adentrados en lo
contemporáneo, nos encontramos con un amor a primera vista, de esos que te
hacen suspirar y creer que sí es posible. Pero no es eso justamente lo que me
llevó a tener esas sensaciones, sino al motivo por el cual ellos se
encuentran. Adoré las consecuencias de la entrega de una carta que, finalmente,
llega a destino.
Una rosa, un cactus, un
anillo,
Gabriela Romero
«La frutilla del
postre», esto es lo que sentí al leer este último relato en la antología.
Gabriela, con su estilo fresco y unos personajes que pocas veces encontramos
como principales en una novela, me hizo soltar un par de carcajadas.
Creo que el título
atrapa y es justo el que el relato necesita (y saber el porqué sorprende aún
más). Tiene algunos detalles de redacción, pero nada que impida seguir leyendo.
En un mundo donde la
tecnología tiene una relevancia demasiado importante hoy en día, hasta los
mayores se hacen eco de ella. Y entender que el amor, cuando es verdadero,
puede sortear cuanto obstáculo se le presente en el camino.
Bien, hasta acá, lo que
me pareció cada relato. Ahora voy a dar mi opinión (y que conste que es tan
solo MI punto de vista) de lo que me pareció la antología en conjunto.
Lo primero a destacar, y
entiendo y sé —por experiencia— que se pueden perder cambios cuando los
archivos van de un autor a otro, de mano en mano, es que tiene varios errores
que no deberían de tener que estar. Hablé con algunas de las autoras y ya me
pusieron al corriente del tema. Es una lástima, la verdad, pues se desmerece la
obra. Y yo no puedo callar, aunque sé que a muchos les molestará que lo haya
dicho. Siempre digo que yo no soy perfecta, que no estoy exenta de cometerlos,
pero si de algo estoy segura, es que doy lo mejor de mí cuando una obra llega a
mis manos, sin importar qué tan buena o mala pueda ser.
Destaco el hilo conductor epistolar que le dieron, aunque reconozco que yo, quizás por tanta publicidad que le hicieron (la que sé que es muy productiva y estuvo estupenda), esperaba otra cosa (supongo que tiene que ver conmigo y esas ganas que siempre tengo al leer o crear antologías de unir los relatos de alguna manera, una conexión diferente).
Y sumo el mérito de hacer solidaria esta antología, es un muy buen gesto, ya que las ventas son destinadas a la Biblioteca Infantil de La Plata “Del otro lado del árbol”, una ONG solidaria platense con vínculos con el Hospital de Niños de esa ciudad.
Y sumo el mérito de hacer solidaria esta antología, es un muy buen gesto, ya que las ventas son destinadas a la Biblioteca Infantil de La Plata “Del otro lado del árbol”, una ONG solidaria platense con vínculos con el Hospital de Niños de esa ciudad.
En líneas generales, la
antología está bien, lleva un buen ritmo al ser cada relato de una extensión
similar, y se lee sin dificultad alguna. Se habrán dado cuenta de que algunos
relatos me gustaron más que otros, pero bueno, ahí ya prima el famoso dicho que
dice: «para gustos, los colores».
Tengan en cuenta,
insisto, en que todo lo que dije es tan solo mi opinión, mi punto de vista. Sé
que fui bastante crítica (y espero que sea constructiva para los autores), sin
embargo, me gusta serlo y es una cualidad que, creo, pocos tienen. Por otro
lado, lo hice con respeto ante todo, y eso muy importante.
Nos leemos en la próxima
reseña.
Besos,